Museo de Orsay en París

París es considerada por muchos como la cuna del arte, aquí han vivido y creado un sinnúmero de artistas a lo largo de los siglos.

Con museos como el Louvre entradas que es mejor reservar para saltar las largas colas y poder disfrutar de sus magníficas colecciones de arte clásico; L’Orangerie, con las sorprendentes Nymphéas de Monet, o el Centro Georges Pompidou, con toda la irreverencia del arte moderno, París es una parada obligada para los amantes del arte.

Sin embargo, los amantes del impresionismo, especialmente de la obra de Renoir, prefieren el increíble Museo de Orsay.

Orsay, un museo que fue una estación de tren

Dar un paseo en barco por el Sena y descubrir que, a orillas del río, aparece este colosal edificio que fuera primero un palacio y después una estación de tren de vanguardia, se transformaría más tarde en el Museo de Orsay.

Pero su historia no sería tal sin la oportuna intervención del presidente George Pompidou, quien, en 1973 lo declara Monumento Nacional e inicia un plan de reforma.

La estación había sido construida para ser presentada en la exposición mundial de 1900, con instalaciones por demás modernas, que incluían escaleras mecánicas, algo impensado para la época.

Sin embargo, hacia finales de la década de 1960, la Gare d´Orsay había caído en desuso y se encontraba profundamente deteriorada. La remodelación impulsada por Pompidou y la idea de transformar el edificio en un museo fue lo que lo salvó.

Visitar el Museo de Orsay en París

Actualmente, el Museo de Orsay cuenta con una de las colecciones más ricas de todo el mundo, aquí se pueden ver algunas de las pinturas más importantes de artistas como Cezzane, Renoir, Van Gogh, Gauguin, Klimt, Munch, Degas, y muchos otros.

Asimismo, su estructura se ha conservado respetando la original, por lo que no deja de llamar poderosamente la atención. El edificio presenta una estética Beaux-Arts y una magnificencia destacable.

Su hermoso y mítico reloj corona el frente, y es lugar obligado para tomarse una fotografía.

El museo de Orsay es uno de los más visitados de Francia y parte de Europa, sus salas dedicadas al movimiento impresionista y postimpresionista son, sin lugar a duda, las más populares, que, junto a su colección de esculturas, con obras como El Beso, de Rodin, La pequeña bailarina, de Degas, o La Edad Madura, de Camille Claudel, lo vuelven un lugar imprescindible para todo aquel que se interese por el arte.

Lo ideal sería dedicarle toda una tarde, para deambular tranquilamente entre tantas obras maestras, la gran mayoría realizadas entre la última parte del siglo XIX y primera del XX.

Qué ver en cada nivel del Museo Orsay

El museo se encuentra dividido en 4 niveles principales o «étages», cada uno de los cuales atesora obras de épocas y movimientos diferentes. Veamos:

• En el primer nivel nos encontraremos algunas obras realizadas entre 1848 y 1870, así como también una terraza con una sorprendente y vasta colección de esculturas de Camille Claudel, Rodin y muchos más.
• En el segundo nivel se pueden apreciar obras de Edvard Munch y Gustave Klimt, junto a otras provenientes de Europa del norte, Estados Unidos y objetos de tipo decorativo con estilo Art Nouveau.
• El tercer nivel está íntegramente dedicado a los llamados postimpresionistas, artistas como Henri Toulouse-Lautrec, Paul Gauguin o Vincent Van Gogh, entre otros. Entre los cuadros destacados de este nivel están: Casa de Van Gogh en Arles, de Van Gogh y uno de sus más famosos autorretratos.
• El último es el cuarto nivel que alberga la colección de pintores impresionistas más grande e importante del mundo. Con obras como Bal du Moulin de la Galette, de Renoir, los Nenúfares, de Monet, o La pequeña bailarina, de Degas. En este nivel también se puede disfrutar de las bellas vistas de París, a través de las ventanas del reloj.

Entradas Museo Orsay ticket y tour

Si lo deseas puedes adquirir aquí las entradas Museo Orsay sin colas y podrás disfrutar de todas las salas y las increíbles vistas desde el 4º nivel, a través de las ventanas del reloj, a tu ritmo, dado que esta opción cuenta con acceso reservado.

Luego puedes caminar por los márgenes del Sena y disfrutar del exterior de este maravilloso edificio. Una experiencia única que no puedes dejar de vivir en tu paso por París.